Juanita habla

TEATROBUENOS AIRES

Por Lautaro Marrero - @lautaro.naufragoliteral

6/5/2024

Lo primero que cuenta Juanita es que, de los placeres orales, lo que más le gusta es fumar. Incluso le gusta fumar mucho más que comer, dice. Pero después se arrepiente, se da cuenta que su placer más grande es hablar, contar historias, transmitir lo que conoce. Entonces empieza a contar cómo pasó de ser una chica de La Pampa a convertirse en la asistente de una famosa cocinera televisiva y hasta publicar su propio libro de recetas. La voz de Juana nos lleva por sus recuerdos, en una mezcla del humor, drama, nostalgia y cansancio.
El unipersonal escrito por Damián Dreizik es fluido y atrapante, una historia simple que envuelve al espectador en su trama. Cada detalle de la obra trabaja en función de Juana, la voz narrativa que le da el autor es perfectamente trasladada a escena gracias a los recursos que se trabajan minuciosamente para potenciar a la protagonista. La capacidad actoral de Marina Acosta es simplemente impresionante, se adueña del escenario durante los sesenta minutos que dura la obra y aprovecha cada uno de los espacios. Su desplazamiento por el lugar marca emociones, ritmos narrativos y hasta saltos temporales en la historia. Ayuda también a los cambios de personaje que, gracias a su gran manejo corporal, la actriz puede materializar sin pausar la escena. Tan solo un segundo le basta para cambiar su voz, su tono, sus rasgos y gestos. Un movimiento de hombros le alcanza para cortar la postura tímida de chica de La Pampa e imponerse como La Señora, o como el recuerdo que Juanita tiene de ella. Hay que destacar en este punto la dirección de Vanesa Weinberg y la coreografía de Valeria Kovadloff, quienes son las tejedoras detrás de los hilos por los que se mueve la protagonista.
Una escenografía minimalista es suficiente para ayudar a representar los distintos espacios y brindar las herramientas necesarias para la historia. Todo en el escenario es práctico y ayuda a la fluides del relato. Los cambios de vestuario son sencillos, pero muy determinantes y bien pensados, sobre todo el de La Señora (del cual nos vamos a reservar la descripción para no anticipar la reacción del espectador).
Por último, hay que mencionar el trabajo de luces de Gustavo Lista. La forma en que logra potenciar cada escena con los juegos de iluminación, para agrandar o achicar el espacio, dar dramatismo o alivianar el momento. Las luces se despliegan en todo su esplendor cuando Juanita realiza sus “viajes”, esos trayectos oníricos en los cuales los sueños le revelan secretos y, Mariana Acosta, saca a relucir su destreza física al máximo. Son estos momentos los de ritmo más frenético y las luces le muestran al público que pueden hacer magia.
“Juanita habla” es una historia que se posa en los detalles, donde la narradora nos lleva por sus recuerdos, contando su punto de vista y experiencia.

Autoría: Damián Dreizik
Actúan: Mariela Acosta
Vestuario: Clara Hecker, Gerardo Porión
Escenografía: Clara Hecker, Gerardo Porión
Pelucas: Rosi Bonetto
Maquillaje: Rosi Bonetto
Música original: Marcelo Katz
Fotografía: Ana Rodriguez
Asistencia de dirección: Maribel Villarosa
Puesta De Luces: Gustavo Lista
Coreografía: Valeria Kovadloff
Dirección: Vanesa Weinberg
Teatro: el excéntrico (Lerma 420)